4.09.2007

MI RELACIÓN CON EL MUNDO

Todas las mañanas abres los ojos, te peleas con el despertador, te recuerda que un nuevo día ha comenzado; forcejeas con las sábanas, te pones te pie, tomas un baño, corres entre los autos, te sientas frente a tu computadora, realizas reportes, te alimentas, respondes al teléfono, discutes con tu jefe; tu día transcurre.

Pero alguna vez ha cruzado por tu mente, cómo te relacionas con el mundo, cómo la vida fluye sin saber que rumbo sigues, sin detenerte por un instante para dedicarte un minuto, para descubrir quién eres realmente.

¿Sabes quién está a tu lado o por qué estás ahí, quién lo decidió? Y continuamos sin saber a quién le importamos, si alguien se preocupa porque no te presentaste a trabajar, o si tus vecinos se percataron de tu salida esta mañana.

No miras a los ojos a la persona que te sirvió el café al iniciar el día, quien probablemente espera una sonrisa, un saludo o un gesto de agradecimiento, pero tus pasos siguen adelante.

Te quejas del tráfico, porque tienes mucho trabajo o por las cuatro latas de atún que ingeriste durante la comida. Sin que se te ocurra que existen tantos que no tienen ese derecho.

¿Eres y existes? Podrás pensar ¡Claro! Aquí estoy puedo sentir mis brazos y mis piernas y mi corazón late, veo, escucho, hablo, oigo. Camino, respiro, siento.

Tu mente divaga, cuentas por pagar, compromisos que cumplir, obligaciones, pero aún no sabes quién eres; pero la vida sigue y te cuestionas si de algo te sirve saberlo, si realmente lo necesitas. ¿Y tú cómo te relacionas con el mundo que te rodea?

No hay comentarios: